Desde Lacanjá Chansayab descubre la selva lacandona.

Chiapas es el estado de mayor biodiversidad de México y uno de los más bellos. Aquí podemos conocer a los lacandones, una de las etnias mayas más reservadas.

Los lacandones es una de las etnias mayas que junto a tzotziles, tzeltales y choles habitan esta vasta selva. La comunidad lacandona apenas rebasa los 500 habitantes, los poblados de Metzabok, Naha, Bethel y Lacanjá Chansayab son los más asentados. En estos poblados se ha desarrollado un turismo sustentado por los lacandones locales: encuentras hospedajes básicos, guías que ofrecen caminatas por la selva y restaurantes de comida local. El poblado de Lacanja Chansayab es quien ofrece mayores servicios.

En Lacanjá Chansayab, muy cerca de la zona arqueológica de Bonampak, conocida por sus pinturas, muchos lacandones se dedican al turismo en la actualidad. En sus propios terrenos han construido cabañas para acoger al viajero que llega hasta aquí. Algunos hombres se ofrecen como guías en las distintas e interesantes propuestas de senderismo que ofrecen. Algunas mujeres venden artesanías en el pueblo y se dedican a la cocina en los locales.

Los mayas lacandones

Los lacandones han ido perdiendo los valores del grupo acelerado por el contacto con el extranjero. A la mayoría de pueblos nos ha pasado, de forma más o menos precipitada y bajo más o menos injusticias. Esta es una gran diferencia para el sano desarrollo de los pueblos, y el pueblo maya no es de los que han salido muy bien parado. La conquista española fue un fuerte hachazo al desarrollo cultural de los pueblos mayas.

El maya lacandón es una etnia que se caracteriza por sus túnicas blancas, pelo largo y por mantenerse más al margen de los cambios de la sociedad que los rodea. Los lacandones son reticentes a juntarse con miembros de otras etnias, viviendo más aislados que el resto. Contrariamente a lo que suele pasar, es el hombre quien ha conservado su vestimenta tradicional. Es cierto que muchos ya no la usan, o sólo lo hacen como reclamo turístico más que como símbolo de identidad.

LA SELVA LACANDONA

Tristemente se está perdiendo es el conocimiento sobre la selva, la vida que tiene y la vida que da. Es muy bonito descubrir cómo conocen algunos lacandones su entorno y cómo lo usan para hacer medicinas, comida, adornos o champú para el cabello. Estos tesoros ancestrales estoy segura que va bien conservarlos, sin ninguna duda. Debe ser que en todas las épocas y culturas diversas creemos que lo de nuestros abuelos es muy antiguo y no sirve, luego corremos para conservarlo. ¿Ley de vida?

Es probable que en tu caminata por la selva te acompañen los sonidos de monos aulladores. Después de atravesar algún que otro río, es fascinante cuando te encuentras con vestigios de ciudades mayas devoradas por esta selva. Sin darte cuenta dejas de subir pequeñas colinas para subir pirámides engullidas por la vegetación, increíble. Dicen que hay un túnel que recorre bajo tierra unos 4 km, que conduce a la zona arqueológica de Bonampak.

CÓMO IR A LACANJÁ CHANSAYAB

No son muchos los viajeros que llegan por libre hasta aquí, no es como Palenque. Yaxchilan y la selva lacandona conserva esa tranquilidad que muchos buscamos.

• CON AGENCIA: hay distintas agencias de Palenque y alguna en San Cristóbal de las Casas que ofertan viajes a la selva lacandona
• POR LIBRE: a Lacanjá llega transporte colectivo desde Palenque (3 horas). Debes bajarte en el cruce de San Javier, el conductor te ayuda. De aquí pasan taxis colectivos hasta Lacanjá Chansayab (unos 4 km).

Desde Palenque hacen esta excursión de dos días: Bonampak, Yaxchilán y selva lacandona

Es buena idea quedarte a dormir en Lacanjá Chansayab y saborear la apacible vida de un lugar donde no estarás rodeado de lo habitual para ti. Disfruta la diferencia y la oportunidad de vivir lugares distintos al tuyo. Aprovecha los viajes como oportunidades de salir de nuestras rutinas.

Buen camino,